En junio del año de 1957 muere mi abuelo Adal en su casa de la ciudad de México pocos días después ocurre un terremoto que tumba “el Ángel” de la Independencia de su columna, ah, igual ese mismo años nace mi hermano Adal, nada raro que llevara el mismo nombre que mi abuelo, también mi familia sale de Santiago de Querétaro a finales de ese mismo año hacía la ciudad de México, así que ese año del 57 nos marcó por todas partes como familia, a mí en lo particular porque fui desarraigado de mi ciudad natal, de mi escuela, de mí casa, de mi mundo infantil y de mi perro.
La ciudad de México fue para mí difícil pero aleccionadora, rudo cambio y suave entronización al mundo del arte y la cultura en la gran ciudad de la mano de mi padre y de mis tíos. Años después de aquel año 57 estaba yo haciendo compañía a mi padre en casa de mi abuelo, ahora de mi abuela como era costumbre fueron llegando sus hermanos, Humberto el mayor y papá de “Ceci” mi prima “regia”, un poco después llegó mi tío Adalberto el menor de todos ellos; y que se corre la voz de que en esos días habían re inaugurado la Columna de la Independencia y trepado de nuevo a “el Ángel”, total que mis tíos y mi padre se pusieron de acuerdo y salimos a ver cómo había quedado el monumento, yo no lo conocía y me animé mucho ya que desde hacía mucho tiempo se hablaba con insistencia de él, además para cuando yo llegué a la ciudad ya estaba derribado y en reparación, después de una breve charla en la que los hermanos se pusieran de acuerdo nos trasladamos mi padre, mis dos tíos y yo abordo de el “Chivo” hacia el Paseo de la Reforma, el “Chivo” fue el último auto de mi abuelo era un carro hermoso marca Chevrolet, de ahí su apodo, de colores verde botella y negro, amplio y de apariencia enorme con su visera por encima del parabrisas, llantas “cara blanca” y tapones cromados como espejos.
Llegamos por las inmediaciones del monumento dejamos el auto por ahí y a pié nos dirigimos al Paseo de la Reforma y ahí estaba aquella enorme columna de color blanco con su base llena de estatuas y con esa figura alada dorada y refulgente en el remate de la misma, he de hacer notar que en esas épocas a este monumento también se le conocía como la Columna de la Independencia, yo creo que fue a raíz de que se vino a tierra la estatua del remate por el temblor del 57 que cobró popularidad lo de llamarla “el ángel”, porque así la llamaron popularmente en los titulares los periódicos de la ciudad de México, decían en sus titulares: “Se cayó el ángel”, y no el terremoto tumbó la estatua del remate de la columna de la Independencia, por ejemplo, ahora que quizá si la columna se hubiera venido a tierra con todo y la efigie de su remate, quizá y le dijéramos ahora “la columna” y no “el ángel”.
Nosotros ese día que les narro desde la orilla de la acera que da de frente al monumento lo admirábamos, yo como buen chamaco le hacía a mí padre muchas preguntas, así como a mi tío Humberto, he hice la siguiente: “¿Papá, papá, porqué le dicen el ángel si es mujer, mira hasta tiene tetas?” Mi padre se quedó viendo confundido alternativamente a la estatua y a mí y no supo que decir, luego de encogerse de hombros, solo dijo: “No sé.” Mi tío Humberto más práctico me respondió. “Anda ve a preguntárselo a tu tío Beto él ha de saber porqué, él vivió muchos años en Europa y sabe de muchas cosas, anda ve y pregúntale a él.” Para esto mi tío Beto –Adalberto- sacaba fotos del monumento un poco más lejos de donde estábamos nosotros, así que corrí hacia él y a grito pelón le pregunté. “¡Tío Beto!, ¿porqué le dicen el ángel si es mujer?” Mí tío se quitó su cámara de la cara y me respondió de inmediato muy sonriente. “¿Que por qué le dicen ángel?, no sé, quien sabe, pero esa estatua no es un ángel, es una diosa Nike, o Victoria Alada, es la diosa griega de la victoria.”
Desde ese día yo supe que “el ángel” no es ningún ángel gracias a la explicación de uno de los hermanos de mi padre, pero en este país poco o nada sabemos de la cultura griega, o de otras culturas y hasta de la nuestra, ya que ignoramos hasta el significado del porqué está esa efigie en el remate de la columna que simboliza nuestra Independencia Nacional y no la figura de una águila mexicana por ejemplo, ya que éste monumento se hizo en la época de don Porfirio Díaz hace ya casi 100 años atrás como parte de la conmemoración de los festejos del centenario de la Independencia de México en 1910.
Aquellas reflexiones que como niño me hice fueron gracias a que yo venía de una ciudad hermosa llena de iglesias barrocas como lo es mi ciudad natal Santiago de Querétaro en donde había visto muchísimas imágenes de ángeles y pues la de la columna no concordaba con aquellas, ¿a ver y todo por andar de preguntón?, bueno, de preguntón sí pero para obtener respuestas de quien sí sabe, de haber sido mi tío un ignorante me hubiera dicho como la mayoría de los mexicanos ahora dicen: “es un ángel”, pero la verdad es que en el remate de esa columna no hay ningún ángel, lo que si hay en este país es mucha, pero mucha ignorancia.
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